Diana, capitulo 17


Pintura de Lily Greenwood

Diana no quizo abrir lo ojos a pesar de que ya estaba despierta, prefirió hundirse un rato más el la comodidad de las gentiles sábanas y fingir que seguía dormida (aunque para su engaño no había víctima). Percibió la luz a través de sus párpados cerrados que dejaban pasar un aura rojiza que le hacía traer recuerdos de siestas de la infancia y días de playa.
De pronto una sombra aleteante pareció perturbar el aura rojiza, abrió los ojos rápidamente y sin moverse buscó con la mirada al rededor de su campo visual, unos segundos después volvió a pasar un aleteo por encima de su cabeza, esta vez ya no fue una sombra, era amarillo. Volteó y lo volvió a descubrir flotando desprecocupadamente por encima de su cara y de la almohada, ¡era una mariposa! pero ¿cómo había entrado?... revisó la única ventana de su cuarto, su única puerta y su único agujero en al pared, no parecían darle explicaciones al allanamiento de la mariposa. Penso que el asunto era un misterio pero que por lo pronto había que dejar salir a la mariposa, se levantó de la cama y abrió la vieja ventana...

Él había olvidado la llave, al menos eso creía, había probado ya 73 de las 126 llaves que hacían escándalo al revolverse dentro del sombrero de copa y aún ninguna lograba abrir la puerta del edificio, había ya descartado 17 llaves que parecían demasiado largas para ser la correcta y 8 que no tenían forma convencional... 28 llaves más y ninguna parecía prometedora. Estaba dirigiendo la llave #75 hacia la brillante cerradura cuando una ventana alta del edificio de enfrente rechinó como trayendo noticias, volteó sin saber bien por qué y vio salir por la ventana cientos de mariposas amarillas y revoloteantes.


Comentarios

Kiara Katarsis® ha dicho que…
Me alegro de no ser Diana ni sócrates. Que haría yo si viera cientos de mariposas amarillas?.
Te amo.
Anónimo ha dicho que…
preciosa imagen, cuantas llaves! para cuantas puertas?, muchas mariposas siempre traen esperanza
un beso

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